jueves, 6 de diciembre de 2007

Saludo

Le enseñaron a saludar antes de irse y al volver. Un día, cuando tenía diez años, preguntó por qué había que saludarse tanto. Le dijeron:

El beso de la bienvenida es porque te volvés a ver.
El beso de la despedida es por si no volvés a verte.

Le quedó eso retumbando en la cabeza.
Cada despedida, entonces, la vive como una muerte en miniatura.

3 comentarios:

Pedro de Mendoza dijo...

que flash
voy a saludar mejor

Kaitos dijo...

Es verdad. A mi me decían lo mismo...

Y siempre me quedó esa sensación de vacío al despedirse.

Como una muerte en miniatura...

Beso

Vontrier dijo...

mola:
Claro, hay que saludar con ganas. El saludo, al final, es uno de los rituales más importantes que existe.
Un beso.


kaitos:

Cuando uno conoce el significado del saludo, se vuelve eso: una pequeño vacío, a lo mejor, una herida incierta. Quizás, deberíamos cambiar un poco ese significado. Que el saludarse de bienvenida sea: me alegro de haberte estado con vos y el de despedida: me gustó estar con vos este tiempo o espero que vuelvas.
Qué sé yo, como para vivir un poco mejor, no?

Beso y gracias por pasar por acá.

Muchas gracias a los dos por los comentarios.
Salú y saludos.
V.