domingo, 27 de enero de 2008

Caro Michele/15

Resulta que Tim Robbins la encuentra, Migue. Ella sale de su trabajo y camina hacia su casa, presumiblemente. Pero ella es sorda y cuando no quiere escuchar algo, apaga el audífono. Entonces, Tim Robbins la llama por el nombre. Dos veces. Hasta que Sarah Polley se da vuelta y lo mira. No importa lo que sigue. Importa esto: él le dice que pensó que, a lo mejor, un día, podrían ir a algún lado; hoy mismo, le dice, si no tiene nada que hacer.
La ves mirarlo. Le contesta rápido que no, que no cree que sea posible. Y él le pregunta por qué no.
Ella piensa y camina un rato. El la sigue. Ella se da vuelta, lo vuelve a mirar.
"Porque tengo miedo de que si vamos juntos vos y yo a un sitio uno de estos días, tal vez hoy no, quizás mañana tampoco... Sólo un día de repente... puede que empiece a llorar y llore tanto, tanto, tanto que nada ni nadie pueda pararme, y las lágrimas llenen la habitación y me falte el aire y... y... te arrastre conmigo y nos ahoguemos y..."
Ella dice todo eso y tiene los ojos llenos de lágrimas y esa cara de que se va a romper en mil pedazos porque parece muy frágil pero te das cuenta que ella no quiere otra cosa que ir a algún lado, uno de estos días, con él pero está lastimada y tiene miedo y se asusta porque está llena de cicatrices. Por todos lados.
Y entonces, él le contesta: Aprenderé a nadar. Te lo prometo. Aprenderé a nadar.

No importa lo anterior ni lo que viene luego. Importa esto, porque ella es una sobreviviente y él también. Y los dos necesitan a alguien, algo, que les salve la vida.

Todos necesitamos a alguien o algo que nos salve la vida, no te parece, Migue.

En algún momento, un rato antes de esto que te cuento, canta Tom Waits y cuando escucho a Tom Waits me acuerdo de lasombranegra y de vos, pero esta vez, me acordé sólo de vos porque muchas veces me pregunto si a vos no te hubiese hecho falta alguien que te salvara y porque te hubiese encantado esta película aunque hubieses puteado por el final feliz, que no es tan feliz porque ella sigue llena de cicatrices.
Y yo sé que vos pensás que todos nos salvamos solos pero no. Solos somos como una silla de tres patas y una pared a medio construir.
Yo no le salvé la vida a nadie. Ayudé a algunos, un rato, con la mejor ayuda que puedo dar; ellos lo saben, no lo pueden negar. Y los ayudé hasta donde me dio el cuero y cuando no me dio más, bueno... No me arrepiento de haberlos ayudado, que cada uno haga su balance. No estoy arrepentida y en las mismas circunstancias, actuaría igual. Y cuando esas circunstancias cambiaran, cuando a mí no me diera más el cuero, volvería a hacer exactamente lo que hice. Suena soberbio, ya sé, pero vos me conocés bien. A veces, no tengo vuelta atrás. La mayoría de las veces. Y quién te dice, este no tener vuelta atrás,a lo mejor, también ayuda a alguien.
Entonces, esto. Él le dice: aprenderé a nadar. Te lo prometo. Aprenderé a nadar.
Es una buena promesa.



viernes, 25 de enero de 2008

Hasta acá

llegó mi amor. A partir de ahora, las cosas son más o menos como siempre y a hacer la plancha. Que lo disfruten los que se cagan de risa, que lo padezcan conmigo los que se pusieron de este lado. Estoy cansada. Estoy frustrada. No tengo más ganas de remar.
No remo más.
Lo que dije: desde anoche, cambió mi vida. Desde anoche, desde anoche.

jueves, 24 de enero de 2008

Hoy

puede ser el día más importante de toda mi vida.
Tengo miedo.


Desde esta noche cambiará mi vida, desde esta noche, desde esta noche.
Y es sabido que es peligroso decir siempre la verdad.

domingo, 20 de enero de 2008

Saldos

Hoy compré una novela de un escritor argentino a $4.
No puedo evitar sentirme triste cuando entro a las librerías de saldos pero si las librerías de saldos no existiesen, si no hubiera novelas y cuentos y libros de todo tipo, tema y tamaño a este precio que no paga el valor que tiene el trabajo de un escritor, ¿sería posible para los que son como nosotros comprar la cantidad de libros que compramos y leemos?
La respuesta es una sola: NO.
Igual, cada vez que entro a una librería de saldos, me siento triste. Por los libros y por mi.

sábado, 19 de enero de 2008

Caro Michele/14

A veces me gustaría ser vieja, muy vieja, Migue. Estar sentada en una silla, cerca de una ventana o en el patio, como se sentaba la Pilarica y mirar para atrás y ver que fue lo que sucedió.
El futuro me produce vértigo, incertidumbre, nudos en la espalda, en el estómago, en la garganta.
A veces, me gustaría mucho poder mirar para atrás y ver todo lo que hice, lo que conseguí.
Esta sensación de que aún no hice nada, de que todo está por hacerse, uff... Y no saber si va a alcanzar el tiempo para todo con tantas cosas pendientes.
En treinta y ocho días, cumplo años. Un día antes que Johnny Cash; dos semanas antes que Cobain, el mismo día que San Martín y no sé dónde estuve todos estos años. Es como si este año cumpliera dos o tres. Como si empezara una vida nueva porque la anterior se murió. ¿Se habrá muerto de verdad o estará escondida?
Hablé de vos, ayer o antes de ayer. No conté ni la milésima parte. Nunca hablo de vos. No me sale, no puedo. A lo mejor, porque todavía pienso que un día vas a aparecer, ya te dije. Tendría que haberte visto. Ahora sería más fácil no esperarte, mi gemelo fantástico.
Igual, hoy es una noche en donde todo está bien y fue un día tranquilo, a pesar de que me enojé hasta las pestañas con NN pero se me va a pasar. Encabronarme de la manera en que me encabrono es parte de mi encanto.
Y hacer estas pavadas gratis: ahora que está de moda hablar mal de los diarios privados públicos, escribo uno y te escribo a vos. Jé. Para que bailen, los muchachos.
Vine a traerte esta canción. Porque la escuché y pensé en vos y supe que nos hubiera gustado a los dos. Hoy, te extraño, de nuevo. Qué se le va a hacer. Pasa en las películas, pasa en TNT.
La elegí porque tiene la clase de voz que te deja mudo y que me hace llorar. Y porque es una canción un poco para nosotros, también. Y porque me hubiese gustado mucho, creo que más que nada en toda la vida, que estuvieras al lado mío, en esa silla cerca de una ventana o en un patio, cuando fuéramos viejos, viejos, muy viejos. If I could start again...
Dani y Agus me regalaron una biografía de Cobain. Te gustaría mucho el libro. Ellos también te gustarían mucho. Se harían amigos. A veces, creo que te perdiste muchas cosas, que nos perdimos muchas cosas, Migue. I hurt myself today to see if I feel.
Menos mal que te encuentro en algunos lados, en los discos, en los libros, en unas pocas voces, en dos o tres películas. Redemption Song. Is all I ever had.
Te va a gustar la canción, Migue. Suena desesperada. Como eras vos. Como me pongo yo, a veces. Nunca fuimos shiny happy people. Los hermanitos darkies. Freakies separados al nacer, reencontrados por casualidad y vueltos a separar. Y esto es sólo por vos, porque ya sabés que tengo problemitas: Wish you were here.
Hoy fue un buen día. A lo mejor, estuviste conmigo. Ya sabés, me gusta engañarme así.
How can I try to explain, when I do he turns away again. Its always been the same, same old story.
Te va a gustar el tema. Yo sé.
All the times that I cried, keeping all the things I knew inside, its hard, but its harder to ignore it.
If they were right, Id agree, but its them you know not me. Now there's a way and I know that I have to go away.
I know that I have to go away.
De todo lo que ya no tengo, sos lo que más extraño.


jueves, 17 de enero de 2008

Cuestión de fé

Leo, con indignación, la opinión de un poeta/escritor/novelista/ensayista/guitarrista/periodista que dice que la literatura es superstición, creencia, dogma sin necesidad de demostraciones y que por eso descree de los diarios íntimos, o, dice mejor, que los lee como ficción porque la “verdad literal” –o sea no usada y deformada por antojo estético- es uno de los grandes impedimentos para realizar una gran obra de Arte.

Un poco antes de decir esto que escribo, dice:
"Nada de lo que 'comúnmente nos pasa' tiene el mínimo valor literario".
Será por eso que hay tantas novelas autobiográficas. Porque nada de lo que comunmente nos pasa tiene el mínimo valor literario.

AY.

Como me propuse empezar el año abuenada, digo:

1-Siempre es mejor creer en la Virgencita de Luján.
2- La verdad literal no existe. Son los padres.
3- El único impedimento es la falta de talento.
4- De lo único que descreo es de los portavoces de la humanidad que escriben sus propias ideas en primera del plural, intentando representarnos a todos.

A las 15:37, digo esto yo, que soy blogger, semialfabetizada, barrabrava, patotera, proyecto de escritor, rockstar frustrada y mala dibujante (y dicen los que no me conocen que soy una boluda, también; algunos otros, que soy frígida pero eso no viene al caso, ahora)
Eso sí, lo que no me falta es sentido común.

Basta de dueños de la verdad. Basta, ya.


lunes, 14 de enero de 2008

Caro Michele/13

Preparate, Migue, porque esto viene largo. Hacete un té, sentate cómodo.
Recién ahora, te lo puedo contar. Recién ahora y no es sencillo Hubo un día, por agosto, en que se me cayó toda mi vida encima. Todos los estantes. Cada cosa que había sobre ellos. Todos los que habían pasado y todos los que dejé pasar.
El 2007 fue un año pésimo, a lo mejor, porque se cayó todo lo que se sostenía con hilo de coser desde octubre del 2004. No fue ningún hecho milagroso o traumático el que ocurrió el día que me di cuenta de que ese hilo que ataba todo se había cortado. Durante todo el 2005 y el 2006, me hice la sota. Me salió bastante bien. Tanto que hasta yo me lo creí. No te rías.
Era un jueves cualquiera de agosto. No era un jueves cualquiera. Era justo el jueves en que se pasa de principio de mes a fin de mes, cerca del feriado. Fui a trabajar como iba todos los días, masticando bronca de ida porque tenía que sentarme en el mismo escritorio en el que me vengo sentando desde que aprendí a trabajar. No recuerdo que estaba haciendo cuando porque sí, pensé que si no salía de ahí, iba a tener un ACV. Lo pensé con tanta fuerza que cuando salí de trabajar -corriendo, como siempre- y llegué a lo de H, se lo dije y la asusté.

No sabés cómo empezó el 2007. Las muertes, las caídas, los golpes, las metidas de pata. No sabés lo que sufrieron los chicos, las veces que los vi llorar y desesperarse, mientras los que nos iban a dejar, pasaban sus últimos días internados. Cuando uno se escapó del último bondi a Finisterre, todas las muertes lo acercan un poco más a la suya. Cuando se murió tu padre, las muertes de los padres de tus amigos, te hacen revivir ese momento. Cuando esas muertes afectan a los cuatro o cinco que elegiste en tu vida para que estén con vos, te duelen casi tanto como si te estuviera pasando a vos. Así empezó el año. Una muerte, dos; diferencia de meses. Yo no tenía ganas de pensar hasta ese jueves. Viste cómo me doy cuenta de las cosas: de repente, caen todas las fichas juntas. Ese jueves, me levanté y miré para los costados y no sabía que había hecho en todo este tiempo. Me desesperé. Era como si todo se hubiese llenado de agua. O peor, era pararse en el medio de la misma nada. Nada de todo eso que varias veces pensamos que íbamos a tener hecho a esta altura; las antípodas de todo lo que soñamos.

Nadie entiende, Migue. Nadie entiende si no le pasó. Nadie sabe lo que es intentar cambiar de laburo, una y otra vez, y que todas las puertas se cierren, se traben o ni siquiera se abran, aún teniendo quién lo haga.
El día que te das cuenta de lo que querés hacer para siempre, no podés dejar de hacerlo. Eso me pasó a mí pero fue lo menos grave porque yo hacía rato que sabía lo que quería/quiero hacer y más tarde o más temprano, lo voy a conseguir aunque lo conseguido sea póstumo. Es lo de menos.
El problema fue que se hizo evidente que ya no quedaba tanto tiempo para hacer las cosas como antes. Y encontré tantos agujeros. Tantos agujeros tapados con trapos, con papel, con cualquier cosa berreta. Me encontré a mí haciéndome cosas, casi a propósito.
Yo pensé que no sobrevivía al 2007. De verdad. No veía la forma de encauzar las cosas. Asfixia, encierro, jaula, no sé, buscale la imagen que quieras. No había por donde salir. Si alguna vez había pensado que estaba en mi peor momento, bueno... siempre se puede caer un poco más. Y me mantuve calladita mientras pude, viste que me pongo en modo caracolito y no me dan ganas de andar contándole a la gente (que me quiso, que me quiere) cómo estoy pero cuando te quieren bien, cuando te quieren con ganas, se dan cuenta solos. Y hacen lo que pueden, como hacemos todos. Algunos, más; otros, menos pero te abrazan o te dicen que te quieren, que te necesitan y aún a pesar de eso, algunas noches, cuando te vas a dormir, mirás el balcón y decís: "Y si..."
Yo nunca había pensado que iba a mirar el balcón con cariño, te lo juro. Nunca, nunca, en toda mi vida. Vos sabés bien la bronca que me dan los suicidios y ahí estaba yo, con mi bronca y mi desesperación, decidiendo si tirarme por la ventana o meter la cabeza en el horno. Me detuvo la foto de la preciosura porque todo lo que quiero es verla crecer feliz pero no vayas a creer que me detuvieron muchas cosas más.
Me asusté. Todavía me asusto cuando pienso en ese día. Después fue todo llanto. Tres meses de lágrimas, estómago cerrado e insomnio. Leer, escribir, escuchar música. Escuchar música, leer, escribir. Escribir, escuchar música y leer. Nada más. Y la que todo lo puede con los pelos de punta, mis hermanas asustadas, los chicos tratando de estar conmigo todo el tiempo. Todos sostenían. Me sostenían porque me había caído yo, la que nunca se cae, la que se levanta sola, la que se lame las heridas cuando nadie la ve.
A pesar de eso, yo me obligaba a seguir viviendo. Era un esfuerzo, eh, no te creas. No había forma de dibujarla porque la angustia subía y subía y parecía que lo tomaba todo. Y cuando lo tomaba todo, aparecía la culpa y los planteos y una tonelada de mierda escondida debajo de la alfombra que nadie entiende, Migue. Nadie entiende por qué te sentís así y creen que estás dando lástima, que te ayuda que te compadezcan, que te miren con piedad, como si además de que te sentís como el culo, tu imagen reflejada en los ojos de los demás te ayudara. Y yo pensé que esta vez no me iba a levantar. Esta vez, pensé que me caía para siempre pero cada vez eran más los que me sostenían: Ceci, Mariela, Gucci, Dani y Agus, Lucas, Julia, mi amigo Walter, Fernando con sus mails, Elías invitándome al cine, Julieta obligándome a ir a una reunión en dónde me emborraché como hacía años que no me emborrachaba, NN con su conversación, Darío preguntándome todos los días cómo andaba y ofreciéndome una mano a cambio de brownies de chocolate y H con sus preguntas y la que todo lo puede con su virgencita y los chicos y mis hermanas y un día no pude más que mejorar un poco poquito, chiquito, casi nada pero algo. Te lo cuento y me da cosa porque yo sentía que nadie me quería. Qué idiota.

No pude solucionar nada, todavía. El laburo es el mismo. A veces, me siento horrible, horrenda, como el orto, mal, con ganas de llorar a los gritos. Camino como una condenada por la ciudad con los auriculares clavados en las orejas pero estoy bastante mejor. Ahora sé que me caí y que me levanté aunque haya sospechado que no podía sostenerme; y que no es fácil pero quién dijo que lo sería.
El resto es todo papel maché. Cosmética. Seguro querés saber por qué lo escribo acá. Seguro te preguntás a quién le importa si la pasé como el orto o si mi vida es un carnaval. Bueno, importarle, no le importa a nadie más que a mí y a esos que te dije que me quieren.
Escribo acá porque esto es un diario y porque los que están alrededor mío ya lo saben, así que, no se los puedo contar. En algún punto, escribo acá, esta vez y todas las veces, porque acá soy yo y no me importa si los que leen se cagan de risa, si me tienen lástima, si piensan que tengo demasiado tiempo libre, si creen que los envidio, que escribo como el reverendo orto o que estoy inventando toda una historia para conmoverlos. En el más perfecto francés: me la soban en barra, todos y cada uno de esos. Con el 2007 que tuve, te imaginarás que me importa nada la idea que puedan hacerse de mí, los que nunca me van a conocer.
Si me expongo demasiado, si el morbo de los demás se siente satisfecho, si dicen que me puse sensiblera,si me ponen de ejemplo en algún artículo serio y periodístico sobre la imbecilidad de los blogs femeninos y sus cuitas privadas, y no sé cuántos argumentos sesudos más, puras giladas, Migue. Si parezco un carlitos, si creen que lo que necesito es una buena sacudida en horizontal, qué importa. Qué saben ellos, Miguel. Quién de todos esos puede levantar la mano y decir que nunca, nunca, nunca se sintió mal y necesitó una palmada en la espalda, un beso, un abrazo, una caricia. Si hay uno solo que pueda asegurar que nunca lo necesitó, pues, somos afortunados. Gracias a Dios, a los ángeles y a Victor Sueiro, no lo conocemos. Y si hay suerte, seguiremos sin conocerlos, como hasta ahora.
Pero, ¿sabés qué? Puede que haya alguien, uno solo y perdido, que justo un día como hoy, se sienta sin salida, sin aliento, insomne, desesperado, mal o nunca querido, golpeado, caído, igual, igual a como me sentí yo ese día. Y lee esto y mira alrededor y se da cuenta de que hay gente sosteniéndolo. Uno, dos, tres, mil. Por ese solo, escribirte valió la pena, Migue.
Si a vos te dijeran que un movimiento pavo tuyo le puede mejorar el día a alguien, ¿no lo harías? Somos una trama. Cuando una fibra se mueve, a las otras, no les queda más remedio que moverse. Yo creo en eso. Viste como soy. A pesar de toda esta vida que nos tocó, de tanta gente, de todos estos años tan torcidos y mal caminados, todavía tengo un poco (chiquito, mínimo, amarrete) de fé en el género humano.

¿Que me ponga a escribir un manual de autoayuda?
Si me va a dejar tiempo para escribir lo que quiero y me va a dar plata para pagar el alquiler, no hay problema. Los mercenarios somos así. =)

It's something unpredictable, but in the end it's right.
I hope you had the time of your life.

Vamos palante, Migue. No nacimos para recular. Y lo que no nos ha matado, sólo nos ha hecho más fuertes.
Ya nos veremos. Pero, por ahora, no.

sábado, 12 de enero de 2008

Caro Michele/12

No me calmaba con nada. Encontré este disco. Bailá, Migue. Es la única que queda.
Jé. Estoy enojada.

Young man you too girlie girlie
you just a flash it round the worldie.



Otro día, te escribo más largo.

miércoles, 9 de enero de 2008

Empezar

Lo mejor de volver a empezar cada vez es que no tenés donde volver. Cada vez que empezás, empezás de cero, desde el principio porque empezar es ir para adelante, nomás. No podés ir para atrás, no podés deshacer nada porque no hay nada hecho, aunque hayas empezado mil veces.
Cada vez que empezás no importa la anterior. Decís que no vas a volver a equivocarte, que esta vez vas a empezar bien, con el pie derecho, tocando madera y que esta vez sí, esta vez te va a salir bien aunque no tengas idea de cómo vas a conseguir que salga bien.
No te podés dar el lujo de quedarte tirado, de seguir en la que estás. Tenés que volver a empezar, una y otra vez, porque si no lo hacés, te lo vas a reprochar lo que te reste de vida y ya aprendiste que la vida no es tan larga. Te arremangás y le das de nuevo. Y no importa si te cierran la puerta en la cara, si te dicen que llames la semana que viene o la otra o la otra, si piensan que sos un wannabe y que te morís por usar zapatillas hipercaras o que no te da la cabeza o, lo mejor, que sos un infradotado irredento que lo único que sabe es joder pidiendo oportunidades que nunca te dan.
A esta altura, ya sabés, si no es por las buenas, será por las malas, pero será o morirás en el intento.
Nunca estuviste más seguro. Y está muy bien que por primera vez en toda tu vida estés seguro de algo.
Los demás pueden decirte lo que quieran. Esta vez, empezás sabiendo que no importa lo que digan los demás. Si al final, el único que vive tu vida, sos vos. Los demás, qué pueden saber.
"Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa" repetís aunque ya no crees en santos ni en mártires. Empezás, como cada vez, creyendo que esta vez, sí. Esta vez es la buena.

lunes, 7 de enero de 2008

Y una cosa más...

dejenme de joder con eso de que me llevo mal con las mujeres.

Me llevo bien con las mujeres que no la van de mosquitas muertas, ni de damiselas en peligro, ni de pobres santas sojuzgadas por el sexo fuerte que es malo, malo, malo y las hace sufrir; las mismas que después asoman el puñal por arriba del encaje de la tanga que oh, casualidad! sin querer es roja y de hilo dental y además, se escapa de la cintura (baja) del jean-pollera-short y que sin querer -SIN QUERER, POR FAVOR!- le está apoyando las tetas al tipo que a mí me interesa. Ni hablar de esas otras que no saben, no pueden, no entienden y necesitan que todo se los expliquen: carajo, no hay que ser físico nuclear para ponerse bronceador, atarse el pelo o llevar la bolsa de los mandados del super chino.
Me llevo bien con las que no se preguntan por qué las mujeres no juegan al futbol y al mismo tiempo critican las piernas de todas. Me llevo bien con las que se dejan de romper los ovarios con boludeces.

Me llevo bien con las que son capaces de pelearse entre ellas sin sacarse el marido/novio/amigovio/chongo/transa/muchachoquelehacehervirlasangre en venganza cuando cualquier congénere le dice: "negri, se te corrió la media" y de las que son consecuentes entre lo que hacen y dicen, y mucho más, con las que hacen, dicen y sostienen, todo al mismo tiempo.
Y sobre todo, me llevo bien con las que son incapaces de decir: "A mi no me hizo nada, conmigo es buen@" porque, descerebradita de mi alma: que te haga algo es sólo cuestión de tiempo. A mí, Hitler no me hizo nada. ESO NO LO CONVIERTE EN BUENO, estamos?

Mis mejores amigas son mujeres, tengo hermanas, madre, tías, compañeras de laburo, compañeras de estudio y me llevo bien con todas ellas. No lo voy a volver a decir. No me rompan más los ovarios porque que yo pueda decir "pija" sin que me tiemble un músculo no me hace menos femenina.
Entonces, esto: DEJENME DE JODER.


Ahora, piensen un poco antes de decir pelotudeces sobre mí o sobre cualquiera que no vea las cosas como ustedes, infelices de todo tipo, sexo, tamaño y color y hagan el favor de contar cuántas minas que no son, justamente, como las que no se llevan bien CONMIGO, conocen y después de eso, vayan a decirle misógina a la concha de su madre.

Espero haber sido clara. Hace calor. Joder lo menos posible.

Ah, y vos, chiquita, dejá de putearme en japonés, ok?

Gracias.
Vuelvan pronto.

Está claro o lo digo en alemán para que me entiendan?

domingo, 6 de enero de 2008

Yo soy así

Si fea soy,
pongámosle,
que de eso, aun, no me enteré,
en el amor, yo sólo sé
que a más de un gil, dejé de a pie.

Y ocultan de mí,
ocultan que yo tengo,
unos ojos soñadores,
además otros primores
que producen sensación.
Si soy fiera sé que, en cambio,
tengo un cutis de muñeca,
los que dicen que soy chueca,
no me han visto en camisón.

Se dicen muchas cosas,
mas si el bulto no interesa,
porque pierden la cabeza
ocupándose de mí.

Podrán decir, podrán hablar,
y murmurar, y rebuznar,
mas la fealdad que dios me dio,
mucha mujer me la envidió.
Y no dirán que me engrupí
porque modesta siempre fui.
Yo soy así.

sábado, 5 de enero de 2008

Caro Michele/11

Puto insomnio. Son las diez menos veinte y todavía no pegué un ojo. Leí un poco, ví tele, escribí un post, dos, tres, diez, Migue.
Mandé cinco mails. Leí un cuento y lo comenté. Le escribí a su autor. Terminé de pegar la yapa de la changa de fin de año y ya hay regalo de reyes para los amigos. Volví a leer, caminé, escuché música, lavé dos boludeces que quedaron en la bacha de la cocina, ví a Francis Mallmann en Uruguay haciendo tortilla de huevos estrellados. Se hizo de día.
Se me mueven solas las piernas, ni escribiendo dejo de moverlas, como si estuvieran subiendo hormigas o mejor, como si las hormigas me caminaran por dentro.
La noche anterior cené con los amigos, el rato bueno de la semana con gente que la quiere bien a una y que es siempre agradable y que se estiró hasta la madrugada -cosa que nunca sucede.
Quise ver las fotos del viaje del 2005, el cd estaba rayado. Puteé porque antes, uno no tenía cd´s de fotos, tenía las fotos y si quería volverse a alguna parte, agarraba el álbum y ya. Pero ahora las fotos van a parar al cd y si el cd se cayó, se rayó, se cachó, adiro recuerdum.
Me pondría a saltar ahora mismo pero la vecina del séptimo ya me dijo, cuando nos cruzamos en el ascensor, que casi no molesto, que sólo escucha cuando me saco los zapatos (eso quiere decir que los tiro y que ella no tomas las pastillas que necesita o que no tiene el sueño pesado y que cualquier ruido mínimo la despierta)
Al tiempo que te escribo, converso con una pobre santa, contacto de gmail a quién estoy despertando. Pero no me duermo, la puta que me parió. I don't sleep, I dream.
Nena, nena! dirías, tenés que dormir. Pero no duermo. Me obligo, me acuesto, apago la luz, apago la tele, cierro los ojos, cuento ovejas, estrellas, pienso en el mar, repito: Soy una bolsa de papas, soy una bolsa de papas, a ver si me duermo y nada. El dos de oro. Un oro en cada farol.
Me paso un lápiz entre los dedos, juego; cuanto más rápido, mejor. Si el lápiz se cae, vuelvo a empezar. Pero el sueño no viene y hoy, no va a venir, carajo y cuando venga será demasiado tarde y habrá todo un día por delante y no es justo que duerma durante el día porque de noche no duermo porque se me vienen un cuento atrás de otro, de la cabeza a la boca, de la boca a los dedos y me duele la cintura de estar sentada en esta silla y el cuello y la puta madre que lo parió al insomnio.
Descubrí un grillo en la cortina del balcón. No entiendo de dónde mierda pudo entrar un grillo. Por las dudas no lo maté. No me acuerdo que maldición te agarra si matás un grillo. Que viva ahí, ya se va a aburrir y si le da por crecer, cierro la puerta con llave y le dejo todas mis posesiones, salvo dos o tres.
Leo un libro sobre canciones y pienso: La literatura será el texto de la música? La música será el sonido de la literatura? Mientras lo pienso creo que mi cerebro se está autodrogando. La gente normal no se hace esas preguntas. A mí, a veces, me gustaría tanto ser una mujer normal.
Vos dormís bien, Migue? Yo tengo días de no pegar un ojo y ando hecha una zombie. Hooray hooray hip hip hooray.
Pero no me preocupa nada o la preocupación es tan grande que no me detengo a pensar en ella. El futuro, el futuro, no hay futuro, don José.
(¿Te acordás cuando escuchábamos ska todo el día? Welcome to the house of fun!)
I´m looking for answers from the great beyond, ya sabés. Mientras tanto, empujo elefantes por las escaleras, sacrificio, sacrificio, mucho sacrificio. Para todo, porque parirás con dolor y ganarás el pan con el sudor de tu frente y la concha de una procesión de putas, Migue. Por qué nadie te enseña a disfrutar y uno se da cuenta tan tarde de que esto es un rato tan corto que no podés sacrificarte todo el tiempo. Y en eso se va la noche y la mañana y el sueño que no aparece. Electron Blue.
It's a long, long, long road and I don't know which way to go. Será eso lo que no me deja dormir.
Es hora que deje de escribir. Un día el blogger en persona me va a putear. Si me pagaran por escribir tantas descoherencias por día, ya tendría el jaguar en la puerta y la casa propia.
Migue, aguantame. Eso fue lo que siempre te diferenció de los demás. Te tocó, qué vas a hacer.
Mierda con el insomnio. My night is colored headache grey. Daysleeper. Don't wake me with so much.
My head's on fire and high esteem
Carry my dead, bored, been there, done that, anything
Oh, the wake-up bomb
Oh, the wake-up bomb
Oh, the wake-up bomb
Oh, the wake-up bomb

Chau, Migue. Si se me pasa el insomnio te aviso.


viernes, 4 de enero de 2008

Que los cumplas feliz

La cruda verdad: nací en el género equívocado.
La puta madre que lo parió.
Menos mal que son amores platónicos.

Terruño

Hoy pensaba en todos esos que extrañan su casa. Que viven lejos de ella, que por el motivo que fuere, tuvieron que irse y dejarlo todo. Los que se armaron la vida en un lugar diferente al que nacieron y se criaron. ¿Extrañaran?
Yo extraño la primera casa en la que viví y a todos los que vivían dentro. A mi bisa y a mi tía abuela, que metía el dedo pulgar adentro de la taza de chocolate cuando la traía a la mesa. A mis tíos adolescentes que se preparaban para ir a bailar, los almuerzos del domingo con mis abuelos paternos.
Extraño la época en que recibimos a la hermana nueva. Y la puerta de calle, que durante un fin de semana completo lo tuvo a mi papá serruchando y clavando en el pasillo que te traía desde la calle.
A la perra, que después se volvió loca y en la casa nueva, después de que la bisa y la tía partieran una detrás de otra como si no pudieran separarse, donde los tíos tan jovencitos decidieron casarse o irse a vivir a Neuquén, no vivieron, tuvimos que tener encerrada.
Extraño el toldo y el golpe de la lluvía sobre la chapa; el vecino de arriba que solfeaba con el piano a cualquier hora, y mi mecedora roja, regalo de reyes.
Yo extraño mucho esa vida que tuve. Y cada tanto, cuando ando dando vueltas, paso a ver la puerta que todavía está en Bertres 527 y pienso que algo de esa vida, todavía está ahí, para que la recuerde y para que no me olvide de ninguno.
Eso. Qué sé yo. Extraño.

jueves, 3 de enero de 2008

El cortito

Sabés qué? Me tenés repodrida.

Eso, el tercer día del año te lo quería decir.