Estos días releí algunas cosas que había escrito acá antes, cuando creía, erróneamente, que sufría.
Me leo estúpida: sin dormir, sin comer, con esa angustia existencial pavota, de adolescente con resfrío en el alma. Qué gansa. Sufrir es otra cosa.
Sufrir es levantarse sabiendo que nada de lo que uno haga puede cambiar lo que pasa. Vivir con eso. Resignarse. Tener que aceptar que lo que pasa es así. Que no hay nada ni nadie que lo pueda cambiar, ni por mucha voluntad, esfuerzo, conjuros mágicos, oraciones y santitos.
Sufrir es tener que ir cada domingo al cementerio. Llevar flores. Mirar la placa. Reconocer todas las cosas que no van a pasar ni ahora, ni nunca. Extrañar. Extrañar sin tener la posibilidad de tomarse un colectivo, un tren, un avión. Sin que haya teléfono, ni mail, ni carta certificada.
Es llorar a escondidas y para adentro. Sin que nadie vea las lágrimas. Llegar a los lugares como si a uno no le hubiese pasado nada. Irse de los lugares sabiendo que dirán "se la ve bien" o "que mal que está" o "pobre". Irse con todo lo otro y con eso también.
Es dejar de contar cosas. Guardarlas. No confiarse con nadie porque ya no queda qué confiar. Perder la fé y perderse. No poder rezar, ni dormir, ni descansar.
Es llenarse de ruido de la tele, de la calle, del chat para no recordar, una y otra vez, cada una de las 27 semanas de panza, los 163 días de sanatorio, los casi 4 meses que van hasta ahora.
Y no saber qué hacer con casi nada.
Y mientras se sufre, así, de manera animal, instintiva, seguir viviendo.
Tener que comprar Coca porque se terminó. Evitar una discusión boluda, pasar por alto alguna provocación o varias, bañarse, vestirse, salir. Vivir con todo lo chiquito y molesto que trae aparejado.
Repartir la poca alegría que queda. Hacer feliz a alguien, aunque sea un ratito, aunque sea olvidable.
Y no mucho más. Tratar de dormir. Ir al médico. Cuidarse, sin saber muy bien para qué. Estar. Seguir estando.
Me leo estúpida: sin dormir, sin comer, con esa angustia existencial pavota, de adolescente con resfrío en el alma. Qué gansa. Sufrir es otra cosa.
Sufrir es levantarse sabiendo que nada de lo que uno haga puede cambiar lo que pasa. Vivir con eso. Resignarse. Tener que aceptar que lo que pasa es así. Que no hay nada ni nadie que lo pueda cambiar, ni por mucha voluntad, esfuerzo, conjuros mágicos, oraciones y santitos.
Sufrir es tener que ir cada domingo al cementerio. Llevar flores. Mirar la placa. Reconocer todas las cosas que no van a pasar ni ahora, ni nunca. Extrañar. Extrañar sin tener la posibilidad de tomarse un colectivo, un tren, un avión. Sin que haya teléfono, ni mail, ni carta certificada.
Es llorar a escondidas y para adentro. Sin que nadie vea las lágrimas. Llegar a los lugares como si a uno no le hubiese pasado nada. Irse de los lugares sabiendo que dirán "se la ve bien" o "que mal que está" o "pobre". Irse con todo lo otro y con eso también.
Es dejar de contar cosas. Guardarlas. No confiarse con nadie porque ya no queda qué confiar. Perder la fé y perderse. No poder rezar, ni dormir, ni descansar.
Es llenarse de ruido de la tele, de la calle, del chat para no recordar, una y otra vez, cada una de las 27 semanas de panza, los 163 días de sanatorio, los casi 4 meses que van hasta ahora.
Y no saber qué hacer con casi nada.
Y mientras se sufre, así, de manera animal, instintiva, seguir viviendo.
Tener que comprar Coca porque se terminó. Evitar una discusión boluda, pasar por alto alguna provocación o varias, bañarse, vestirse, salir. Vivir con todo lo chiquito y molesto que trae aparejado.
Repartir la poca alegría que queda. Hacer feliz a alguien, aunque sea un ratito, aunque sea olvidable.
Y no mucho más. Tratar de dormir. Ir al médico. Cuidarse, sin saber muy bien para qué. Estar. Seguir estando.
2 comentarios:
Von, querida, todos los días me asomo a este diario para saber como estás,porque me ha impactado tu forma de expresarte, tu forma de contar lo que te sucede.Cada cosa que acontece en tuvida, te nutre inmensamente, lo bueno, lo malo, lo regular. También te ha nutrido las 27 semanas, los 163 días, y todos los posteriores y el angelito que llevas en tu corazón que siempre te pedirá; No aflojes , mami, yo estoy en vos y juntas así de esta manera vamos a poder volver a encontrar el rumbo... y vas a volver a sentir que todo tiene razón de ser y que es posible una nueva felicidad.
Esa pena que está en tu corazón va a estar siempre, no nos engañemos pero a su alrededor va a crecer un hermoso jardín, lleno de luz y colores. Creeme Von, trata de ser feliz, vos te lo mereces , y lo vas a ser. Cuidate. mirá con tus ojos que ahora son los de ella, acaricia con tus manos que tambien son ahora de ella , sentí con todo tu corazón , viví plenamente. Te pido disculpas si me extralimito, no pretendo que publiques esto simplemente que lo leas y si es de tu agrado que te siga escribiendo solo contestame , y esto será solo entre nosotros. Desde que te estoy leyendo he aprendido mucho sobre las personas,sobre los que sufren como vos.Nuevamente perdón por transgredir, espero no ofenderte, no es la intencion, solo acompañarnos leyendo, Te admiro , confía , va a llegar nuevamente la alegría a tu vida. no lo dudes y mientras llega, intentá ser feliz, vos/ ustedes se lo merecen.
Anónimx:
De verdad verdadera me gustaría saber quién sos.
Escribime a vontrierlars@gmail.com y despejame la duda.
Copate.
Saludos.
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