viernes, 25 de abril de 2008

Caro Michele/23

Migue querido, seguro que cuando te hablé, hace unos días, de profecías autocumplidas, sonreíste. Si ahora te estuviera viendo, sólo te miraría y sonreiría yo también. Sí. Ninguna profecía, hubieses dicho. Tanto esfuerzo hacés que lo conseguís.
Pero esta vez no hubieses tenido razón. Sólo esta vez o a lo mejor, a partir de ahora.
Es gracioso.
No. Standing on my own again.
Es aburridor. Realmente aburridor ver cómo se repiten las reacciones. Tenés que sentarte a esperar y una detrás de otra, empiezan a aparecer reacciones que ya sabés que van a venir. Y ni siquiera te detenés a preguntar o preguntarte por qué. Ya lo sabés. A lo mejor es una señal de madurez. Que nada te sorprenda, digo. Perder la capacidad para sorprenderte, en algún punto, es un alivio. Porque si la veías venir, no te sorprende.
No como la primera vez que te dicen "necesito tiempo para pensar" y vos sabés que no hay "tiempo para pensar" y "tiempo para hacer", que se piensa todo el tiempo, que no se puede parar de pensar por más que uno quiera.
Que ese tiempo no es más que la forma elegida para esconderse detrás de una pequeña y trillada frase estúpida, por quién se las va a tomar o ya se las tomó de tu vida para siempre.
I know where I marked the signs.
Claro, la primera vez es un puñal en el medio del pecho. La quinta vez, no necesitás que nadie te diga nada. Experiencia. Madurar. Y el esternón con un callo, porque cuando te dan muchas veces en el mismo lugar, las pelotas que cada vez te duele más. Cada vez te duele menos. Se te arma un callo y ya no tenés sensibilidad ahí, porque, vamos, no hay que ser licenciado en filosofía kantiana para entender como son las cosas. Con dos o tres repeticiones, te alcanza.
'Cos you're my bittersweet bundle of misery
Ahí te das cuenta de que al final, todos somos más o menos parecidos y te empezás a andar con más cuidado, aunque siempre está la posibilidad de dar un paso en falso.
Algunas costumbres nunca se pierden.
Y no te rías cuando digo esto, pero sí: la vida está repleta de costumbres. Te acostumbras a desayunar o a no hacerlo; a visitar la tumba de tu padre una vez por año o a no ir nunca más; a comer con tu familia, los ravioles del domingo; a sentarte al lado de la misma persona en una clase; a hablar con tu compañero de trabajo; a lavarte las manos antes de comer; a recibir una carta dos veces por mes o quince mails por día o un sms cada dos minutos.
A andar pegado con otro -pero andar pegado no es lo mismo que andar cerca; la diferencia entre una cosa y otra es espeluznante- y un día, zás, te despegaste.
La costumbre debe ser pariente de la eternidad, alguna pariente medio cercana; no te digo hija o hermana pero prima, puede ser.
Porque cuando te acostumbras a algo, a alguien, por más estúpida que sea la costumbre, pensás que va a durar toda la vida.
Vos y yo sabemos bien que nada dura toda la vida. Ni la vida misma. Las costumbres menos. Un día, cambian. No preguntes por qué motivo. Cambian, sin más. En el mejor de los casos, recibís un pre aviso, sobre todo si sos muy joven pero cuando dejás de ser muy joven, ni siquiera los recibís.
Algo cambia. De un día al otro, de una hora a otra, de la noche a la mañana. Y vos pensás "otra vez!" y ni siquiera te ponés triste o te angustiás. Sólo sonreís, te encojés de hombros, decís "y sí..." Y te acordás de esa primera vez que te pidieron tiempo para pensar y de la forma en que, mientras te lo decían, una madrugada de primavera, ponele, juntabas todo lo que tenías a mano que le perteneciera al que pedía tiempo y se lo dabas antes de que se fuera, porque tenías la seguridad completa de que nunca más lo ibas a volver a ver.
Y aprendés. Aprendés para siempre. No te olvidás de ese primero pero te olvidás de los que vienen después, de los que llegaron a decir la ridículez del tiempo y de los que ni siquiera tuvieron que decirlo; de los que extrañaste tanto que no podías dormir y de los que sabés que ni siquiera vas a extrañar. Y sonreís. Y a lo mejor, un día, escuchás tu propia voz, aconsejándole a alguien que se tome ese tiempo que no existe. I say that I'm a phantom airplane that never left the ground.
Nada se detiene nunca. Alguien se detendría a pensar? No. Hay que seguir mientras se pueda porque el tiempo es poco y el camino es largo si querés ir lejos. Entonces no podés, no querés sentarte a ver por qué se quebró una costumbre, dejó de existir, si te aburriste o qué. Seguís, ¿qué más podés hacer? Ponés cara de "Todo bien", pulgares arriba, sonrisa, cara de persona feliz y seguís.
I lost myself in clarity. Memory, leave, leave, leave me.
Pero a veces, algunas noches, algunas mañanas, alguna hora perdida del día, cuando tenés insomnio y se te da por repasar el día que ya viviste y esperar el que, si tenés suerte, vas a vivir, ponés cara de hambre, le decís a tu cerebro "no entendiste nada", como si estuvieras hablando con otro y empezás a pensar hacia dónde vas a ir ahora, porque no te vas a quedar en ninguna parte esperando entender. That's what keeps me, that's what keeps me down, to leave it, believe it. Leave it all behind.
Profecía autocumplida porque ya entendiste. Porque te cansaste. Porque te aburriste. Basada en la experiencia previa, diría JJ. En la experiencia adquirida por las malas elecciones anteriores, diría H. Porque no sabés esperar, dirían mis chicas. Porque no sos tolerante, diría la que todo lo puede, hay que tolerar un poco más. Yo te avisé, diría NN.
Yo sonrío. Esta película ya la ví tantas veces que puedo repetir los diálogos con los actores. La diferencia, esta vez, es que no me voy a quedar a escucharlos. No me hacen falta y creo que no me importan demasiado tampoco. Epifanía. De repente, todo se ve tan claro.
I've had enough, I've seen enough, I've had it all, I'm giving up
I won the race, I broke the cup, I drank it all, I spit it up
I had to teach the world to sing by the age of 21. I wake up (I wake up)
Al final, Migue mío, madurar no está tan mal. Algunas cuestiones no te toman por sorpresa y mejor así. Uno ahorra mucho tiempo. Y salud. Y si tiene suerte, saca algún beneficio mientras la costumbre no se quiebra.
Pero ¿sabés que es lo mejor? Que no tenés miedo mientras tanto. A lo mejor, porque ya sabés cómo va a terminar.
No hay mejor diluyente para las costumbres que el tiempo. Vos entendés, Migue.
Ahora estoy viendo para que lado voy. Estoy bien.
Sin alarmas, sin sorpresas.
Lo bueno de andar siempre con lo puesto es que cambiar de dirección no cuesta tanto.
Nothing could be bring me closer. Nothing could be bring me near.
Los importantes son siempre los mismos. Esos no necesitan ni tiempos para pensar, ni pre avisos, ni nada.
Me da risa. No sé bien por qué. Pero todo, todo, absolutamente todo, hoy, me da mucha risa.
I am the passenger and I ride and I ride
I ride through the city's backsides
I see the stars come out of the sky
Yeah, the bright and hollow sky
You know it looks so good tonight.

So let's take a ride and see what's mine

Singin' la la la la la-la-la la
La la la la la-la-la la
La la la la la-la-la la la-la.

Cantá, Migue. Cantá. Y bailá. Estamos bien. Maduramos.
Tenemos suerte, otra vez. Hay gente que no puede.
Oh, the wake-up bomb!
This hurricane,this lightning storm ,this tidal wave, this avalanche, i'm not afraid.
C'mon c'mon no one can see me cry.
C'mon c'mon no one can see you try.

Imitation of life.
Thats who you are, thats what you could.
C'mon c'mon anyone can see you cry.




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