viernes, 26 de marzo de 2010

Así

Como cuando jugás a ver cuánto aguantás debajo del agua y sentís que ya no podés aguantar mucho más. Así, igual. No todos los días ni todo el tiempo pero sí algunos días y unos ratos de los más largos.
Así.
Como cuando te enroscás en la sábana, mientras estás durmiendo y no te podés desenroscar.
Así.
Como cuando soñás que estás encerrado en un ascensor y las horas pasan y pasan y pasan.
Así.
Como cuando eras chiquito y te ponían una polera. Ese microsegundo entre que la cabeza pasaba por el cuello y salía. Así.
No es asfixia. No es incertidumbre.
Es desesperación.
Por lo que va a venir, por lo que va a pasar, por lo que vas a hacer. Desesparación de futuro.
Desesperar.

A mí me gustaba escribir acá, cuando no sabía quién leía esto. Venía acá, vomitaba letras, muchas veces sin sentido. Sensaciones más que oraciones. Desde que soy consciente de que esto se lee, se interpreta, en fin, desde que sé que hay ojos que me miran... me cuesta mucho ser yo escribiendo.
Supongo que a nadie le gusta vomitar en público y no soy la excepción.
Y pienso seriamente en desaparecer. A lo mejor, por un tiempo. A lo mejor, para siempre.
Finalmente, ¿a quién le importa mi vida más que a mí?
Supongo que a nadie. Aunque el morbo de escarbar la vida ajena nunca deja de ser atractivo, hay una parte, aunque sea mínima, que prefiero cuidar. He contado casi todo. He contado lo peor que me pasó.
No estoy muy segura de haber hecho bien en escribirlo.
No estoy muy segura de nada.
Quizás haya que borrarlo todo.
Puede que sí.

Maldito insomnio que no me deja parar de pensar.



2 comentarios:

Mar dijo...

A mí me pasa que digo, tengo un blog personal y no puedo contar nada de lo que personalmente me pasa.

De todos modos no se trata de que a nadie más que a vos le importe.

Ves? y otras cosas que querría decir pero por acá no da y después tampoco me salen.

Te mando un beso.

Cassandra Cross dijo...

Qué ironías. Yo estoy animándome a salir del cascarón este año, y vos te vas a plantear la desaparición.
Algo tenemos en común en estos días: no paramos de pensar en lo que realmente importa.
Te abrazo juete.