miércoles, 11 de febrero de 2009

Caro Michele/35

Empecé este post por lo menos cuatro veces. Hoy es miércoles, son las seis de la mañana y lo empiezo por quinta vez, vamos a ver si hoy sí, hoy que tengo acidez e insomnio, lo termino. Casi no te cuento cosas porque yo sé que vos, desde donde estás, ves todo y sabés todo. Y no te cuento cosas porque casi todo está tomado por Paulina, desde que era una tenue línea en el test de embarazo. Me estoy cambiando de sindicato, sí. Estoy abandonando la adolescencia, por fin.
No te voy a decir que la vida brilla a cada segundo, no. La vida es la vida y tiene un brillo más bien cortito. Viste como es.
Pasa de todo y pasa todo junto. Hay palabras que todavía no se dicen y otras que hubiese sido preferible no decir nunca, reconciliaciones, peleas, nacimientos, distanciamientos, reencuentros, qué sé yo. Es tan corto el tiempo.
Los días pasan muy rápido. Se me hinchan las piernas y las manos. Cada día descubro un dolor nuevo y lo cierto es que nada importa. Nada. Lo único que importa es Paulina y si se mueve, si duerme o si está despierta.
El año pasado, para esta fecha, tampoco dormía, te acordás? Para esta fecha, andaba con el pánico y la falta de hambre y sueño por días y días. Y la tristeza lo ocupaba todo. Absolutamente todo. Un año después, todo se dio vuelta como si existiera alguna ley compensatoria de situaciones en el mundo.
Faltan dos semanas para que cumpla años. Es la primera vez que la llegada de mi cumpleaños no me deprime. Tampoco te voy a decir que salto en una pata, pero la verdad, este año, a lo mejor porque Paulina transformó todo, cumplir años está bien. A lo mejor, porque toda esa tristeza, la que ocupaba todo el año pasado, salió por la ventana y aunque , como digo, la vida es la vida, nada de lo que pasa ahora tiene que ver con lo que haya pasado antes de septiembre del 2008. Ya no hay ganas ni tiempo para sentarme a la mesa con todas mis equivocaciones. Capaz me justifico pero, qué sé yo si no tuve que equivocarme tanto para poder llegar hasta acá.
Vos sabés que yo pensaba que iba a ser tía para el resto de los días. Vos sabés que yo creía que iba a ver como todo el mundo conocido edificaba su vida con bases sólidas, mientras yo seguía escribiendo cuentitos que no llegaban a ninguna parte y vivía para... quién sabe para qué. Para ser tía, a lo mejor. Pero uno nunca sabe. Uno nunca sabe nada de nada. Uno nunca sabe cómo le va a cambiar la vida, de una hora a la otra.
Ahora es todo distinto. La panza crece todos los días. Hay mucho para hacer.
¿Te acordás que yo quería mi happy end? Las pelotas. Es todo comenzar. Cada vez y todas las veces. Comenzar con tristeza o alegría, no importa. Salir adelante. Remarla. Remarla siempre. A veces, con tormenta. A veces, con río revuelto. Empezar. Caminar. Seguir. Los que son como nosotros, aunque no quieran, siempre se levantan. Así somos. Batalladores, dirían. Y salimos, al final. Sacamos la cabeza del agua. Respiramos. No nos quedaba más que mejorar y mejoramos. La puta, si mejoramos. Ante Paulina, no hay nada de lo que ya pasó que tenga importancia. El pasado está ahí para sostener lo que sos y para nada más. Ya no hay motivo para castigarse ni para abrazarse de la tristeza. Ahora, estos días, estos meses, está bien ser un poco feliz. El poco feliz que se pueda, por el rato que se pueda. Pero feliz. Feliz de una buena vez y no por causa de Paulina -otra cosa para enseñarle: que la felicidad y la tristeza SIEMPRE dependen de uno; los demás son sólo instrumentos para conseguir una u otra- sino para ella. Para poder ser la mejor mamá que puedo ser. Se lo merece, ya que hace el favor de venir a este mundo que no tiene tantas cosas buenas para ofrecerle como yo quisiera.
Pero nos va a salir buena, la chiquita. Tiene buena madera y no lo digo por mí, que ya sabés como soy. Te la encargo desde allá arriba para que me la cuides de todo lo que yo no la voy a poder cuidar. Vos sabés, Miguel. Vos sabés.
Y no mucho más. Estoy bien. Cabrona, como siempre. Contestadora y mal llevada. Una porquería, sí. Soy yo, después de todo, por más mamá de Paulina que sea.
El resto del mundo está igual. Pocos pero buenos. Y muchos conocidos. Algunos mejores que otros, como siempre. Algunos queridos, otros no. Algunos muy abandonados y, seguramente, enojadísimos pero bueno, todo al mismo tiempo, no se puede. Ahora, Paulina. Todo lo demás, puede esperar. Los que nos quieran bien, sabrán comprender. Los que no nos quieran, bueno, pueden ir ahuecando y haciendo lugar, que tenemos muchas cosas para hacer: vivir. No sé si les suena.
Y por ahora, nos quedamos acá.
Claro, te quiero, como siempre.
Y sí, te extraño pero ya no tanto como otras veces.
A lo mejor, eso está bien, no?
I am sailing, I am sailing,
Home again cross the sea.
I am sailing, stormy waters,
To be near you, to be free.

Nos vemos. Un día de estos. No sé cuándo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Que lindo volver a leerte!
Yo estoy medio descolgada de todo esto, pero sigo acá. Un dia me gustaría volver a hablar con vos.
Me gustó mucho este post, es lindo cuando las cosas cambian por fin. Al final todo pasa, no se sabe cuando, pero todo pasa. Ahora Paulina rules, se vienen otras cosas.

Saludos a las dos!!

Anónimo dijo...

"El pasado está para sostener lo que sos" =)

Me encanta leerte, lo sabés... Hacés palabras lo que una tiene hecho carne... Y con post como estos a veces me das... paz? esperanzas? tranquilidad? ... Me abrís una especie de ventanita, y me firmás una autorización virtual para seguir mandándome mocos propios de mi edad, porque sé que tengo tiempo y oportunidades para que todo cambie (eso sí, depende de mí, ya lo aprendí :P).

Yo los aprecio bien, a los tres. Y me hubiera gustado verte (cuánto!), pero primero hay que darle espacio a esa panza y a los remolinos en esa cabeza. Quizás algún día vuelva y ya te tenga que ayudar a cambiar pañales =)

Y basta que me empiezo a poner hormonal.

Besos, cariños y felicitaciones por saber leer la vida y por haber logrado ese cambio.

Anónimo dijo...

Para Paulina, mamá y papá
Acurruquense, junten sus manos, un nuevo ser está allí esperándolos,Ella necesita lo mejor de ustedes. Ustedes necesitan la magia de su nacimiento.Y en ese momento enque sus manitas toquen a las vuestras,verán que el milagro está con ustedes. No importa el insomnio, no importan las nanas,importa esa vida que se vuelve sueño, que se cumple todo lo que se ha querido.Y entonces la dicha va a ser que es sanita, que es rubia o morocha o bien pelirroja, que es alta o pequeña...Entonces Paulina la tan esperada, llenará tu vida madrecita nueva.
Ya no habrá temores, ni dudas , ni miedos, solo habrá alegría y muchos proyectos.Ella será el faro , la cumbre, la meta.
Sigan siendo muy felices,que se lo merecen.

Mery dijo...

Je...

Se complica firmar con los ojos llenos de lágrimas, ¿no? Sobre todo cuando una no está muy segura de qué va a decir. En varias cosas me siento reflejada, pero imaginate que yo pensé que ni tía iba a ser, y ahora así de repente, se me viene Paulina y cambió todo. TODO. Encima no sólo viene Paulina, sino que se vino con su mamá a cuestas, ¡y qué mamá! Es hermoso ver los papás que va a tener mi sobrina, es hermoso verlos juntos, verlos con ella, verlos creciendo para ella y verla a ella!!

En fin, no puedo decir mucho más, sólo que los quiero muchísimo a los tres, pero a cada uno por cosas distintas (si es que cabe imaginar que el amor tenga que tener motivos). Me alegro muchísimo de que seas la mamá de mi sobrina (sí, y también de que ayudes a Pablo a ser feliz, pero bueno... en este momento Paulina tiene más protagonismo, ¿no?)

Un beso enorme!!

Vontrier dijo...

rub:
Seguramente, ya hablaremos. Gracias por seguir leyendo.

Karito:
M. El tiempo es uno solo. y a veces, todo no se puede. Ya tendremos oportunidad.
Gracias a vos también por leer.

Anónimo:
quién quiera que seas, gracias por lo que decís.

Mery:
Ay. Ay. Me vas a hacer llorar.
Un abrazo apretado.


Gracias a todos por leer y por comentar.
V.