miércoles, 19 de noviembre de 2008

Caro Michele/33

Te dije que un día de estos te iba a dejar de escribir pero me parece que no va a poder ser. Tenés que saberlo: voy a tener un bebé y no hubo -y creo que no habrá- hasta ahora, alegría más grande. Te dije que un día de estos te iba a dejar de escribir porque pensé que uno tenía que ir dejando cosas atrás: amigos que ya no están, personas que ya no quiere, cosas que ya no sirven. Con los días, con estos días, cuando te extraño así como te extraño siempre, cuando no te tengo a tiro para contarte lo que siento, cómo me siento, que me pasa por adentro y por afuera, me dí cuenta que no sé si alguna vez te voy a dejar de escribir. Porque uno es todo eso que yo pretendía dejar. Y es su miedo y su amor más grande; su peor tristeza y su mayor alegría; su música triste y sus discos vergonzosos; es toda la gente que lo quiere y la sensación casi permanente de estar siempre, irremediablemente, solo.
Voy a tener un bebé. El primero todo mío y de su papá. Y quiero enseñarle a ser feliz y a ser valiente y a ser bueno y a defenderse y a no golpear sin razón. Y quiero que crezca sano y fuerte y que mejore un poco el mundo, el poco que pueda. Y que no se olvide que también es la mezcla de muchos acontecimientos y de muchas personas. Que reciba todo el amor del mundo y todo el amor del que soy capaz. Que siempre sepa que es un hijo querido y esperado. Que a pesar de todo, de todo el sufrimiento que le toque, que ojalá sea poco, de todas las penurias que tenga que pasar, que ojalá sean las menos, vale la pena andar por la vida, aunque sea este rato.
Te iba a dejar de escribir, porque ya casi no hablo de vos con nadie y porque no me gusta que me pregunten por vos. Pero hay días como estos, que te extraño tanto, que extrañarte no tiene consuelo. Y me gustaría que estés acá y que te sientes al lado mío y me digas que todo va a estar bien, porque siempre me convencías. Aunque yo sepa que va a estar todo bien, estos días que son toda alegría y esperanza y miedo y llanto hormonal, te necesitaría cerca.
Entonces, si te necesitaría cerca, cómo dejar de escribirte. Cómo dejar de contarte que después de todo lo que estuvo pasando, de todo lo que pasamos, de todo lo que todavía falta pasar, voy a tener un bebé y que ya es el más lindo del mundo y que, no sé bien cómo, lo quiero tanto que me duele.
Y cómo ignorar que desde allá, una vez que salga de la panza, lo van a estar mirando, porque me gusta pensar esa gilada del cielo, porque hace el mundo un poco mejor, porque algo tiene que haber.
Eso, voy a tener un bebé. Soy muy feliz. Tengo mucho miedo. Lloro mucho, me dicen que por las hormonas, yo que sé.
Viste? Yo quería mi final feliz. Obtuve un principio feliz. Y vos lo tenías que saber.
Te extraño un poco más que siempre.

No, no te voy a dejar de escribir.
No creo que pueda.
A million faces pass my way
they're all the same, nothing seem to change anytime I look around
who knows just what the future holds
all I want to know is if it's with you

1 comentario:

Mar dijo...

:)

A mí también me gusta eso del cielo, es más me gusta mucho mirar para arriba, entre las hojas de los árboles que dejan pasar las luz bien temprano a la mañana.

Es increíble, al principio tenia pánico, pánico absoluto hasta al más mínimo microbio volador que me lo pudiera contagiar de algo y después fue al más mínimo sufrimiento que cualquier cosa le pudiera causar, con el tiempo te vas calmando (un poco), te lo juro.